En la reunión, presidida por Costa Rica, el gobernante latinoamericano sostuvo que «muchos de los grandes crímenes de la humanidad se han cometido en nombre de Dios o en nombre de la democracia».
Para regresar al significado original y auténtico del concepto de democracia, advirtió que ese sistema político no existe si dominan las élites y no las mayorías.
«¿Cómo hablar de democracia si no existe separación del poder económico y el poder político? ¿Cómo hablar de democracia si en los últimos tiempos se ha dado la concentración de la riqueza en pocas manos más ofensiva en la historia del mundo?», se preguntó el líder mexicano ante la audiencia.
En la segunda cita de esta cumbre, realizada por primera vez en 2021 por iniciativa de Washington, López Obrador denunció que «la fortuna de una minoría ha aumentado sin límites, sin recato moral alguno», mientras hay 1,000 millones de seres humanos que viven con menos de un dólar diario.
El presidente mexicano propuso ante 121 líderes internacionales, participantes en el encuentro, alejarse del «poder sin pueblo», y asegurar que el propósito central del gobierno «sea siempre buscar la felicidad del pueblo, gobierno del pueblo y para el pueblo».
Para sostener su enfoque, llamó a regresar a los principios fundacionales de la democracia de los siglos XVIII y XIX, citando las experiencias de EEUU, Francia y México.
En primer lugar, mencionó que la Declaración de Independencia de EEUU de 1776 planteó «la búsqueda de la felicidad como uno de los derechos fundamentales de las personas», y una de las funciones de todo Gobierno.
Citó en segundo término el artículo primero de la constitución francesa de 1793, que establece que «el fin de la sociedad es la felicidad común».
Finalmente reseñó el artículo 24 de la constitución mexicana de 1814, que señala: «la felicidad del pueblo y cada uno de sus ciudadanos, que consiste en el goce de la igualdad, seguridad, propiedad y libertad».
López Obrador, además, sostuvo que la conservación de estos derechos es el objeto de los gobiernos y el único fin de las asociaciones políticas. Con ese fin planteó que se debe buscar «mayor igualdad para tener más democracia, que la democracia sea auténtica, verdadera y que siempre triunfe la justicia sobre el poder».
El secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, abordó las experiencias de la democracia vivida y fortalecida si se materializa en beneficios de las personas.
El jefe de Estado de Costa Rica, Rodrigo Chaves, que presidió la Cumbre, celebró que esta segunda edición incluyó voces diferentes, con participación de activistas de derechos humanos y de la sociedad civil.
Esas organizaciones civiles «están en primera línea, todos los días, luchando por un mundo más libre, más seguro y más democrático», apuntó el mandatario centroamericano.
Además del líder mexicano, participaron los presidentes de Colombia, Gustavo Petro, y de Uruguay, Luis Lacalle Pou, entre otros.
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