El aspirante presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana y alcalde de Santiago, Abel Martínez, afirmó que desde el punto de vista teórico y estético, el discurso del presidente Luis Abinader ante la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas sobre la situación de Haití y su repercusión en esta parte de la isla fue extraordinario, fenomenal.
Sin embargo, dijo esperar las acciones que el Gobierno tomará para corregir el descontrol que hay de más de un millón y medio de haitianos que vive en el país sin documentos de identidad.
“Se ha dejado de deportar a los haitianos, pero además cuando un haitiano esta legal con un carnet de los pocos que los tienen, entonces falsifica ese carnet y entonces miles y miles tienen ese carnet falsificado y entra entonces lo que es la violación nuestro ordenamiento penal”.
Al participar en el Diálogo Libre que será publicado el próximo lunes, el dirigente político dijo que se han hecho denuncias en ese sentido ante la Junta central Electoral y tampoco hace nada. Insistió en que todo extranjero que quiera vivir en el país e insertarse en el mercado productivo debe someterse al proceso de regularización que exigen las leyes dominicanas.
“Estamos obligados a ayudar al país vecino Haití y a los haitianos, ahora ayudarlos no significa que tenemos que hacerlo sobre los escombros de nuestra identidad y de nuestra nacionalidad y de nuestra soberanía, debemos ayudarlos, pero ellos allá”, sostuvo.
Deploró que el proceso de regularización que se hizo durante uno de los gobiernos del ex presidente Danilo Medina y en el que se gastaron millones de dólares no haya sido aprovechado por los haitianos para regularizar su estatus en el país porque solo el 10% aprovechó ese beneficio único en el mundo en favor de extranjeros.
Ayer el presidente Luis Abinader, proclamó ante la asamblea de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que ese organismo asuma “de manera urgente” la crisis que atraviesa Haití, debido a que esa nación no está en condiciones de salir adelante sola y tampoco la República Dominicana puede continuar llevando esa carga.