SANTO DOMINGO.- El grito de “Se Van”, pregonado como un desahogo por el PRM y ciudadanos de diferentes clases sociales durante la campaña electoral, empieza a revertirse como un búmeran contra el Gobierno.
En efecto, el Gobierno está enfrentando un gran descontento, mientras las quejas abarrotan las redes sociales. Hoy mismo, por ejemplo, el #Sevan se convirtió en una fuerte tendencia en Twitter, a menos de dos meses de la nueva gestión.
Lo que se percibe es un grito cibernético contra algunas medidas gubernamentales.
Las medidas más irritantes son los gravámenes anunciados por el Gobierno para el próximo año, y, sobre todo, los nombramientos de familiares de funcionarios y dirigentes del PRM.
Esas designaciones han irritado a más de un perremeísta. Por ejemplo, Moisés Sánchez Manzueta, que se identifica como tal, tuiteó esto en tono crítico:
“Soy perremeísta, tanto que criticaba el nepotismo del PLD. Me cayó saliva que escupí hacia arriba en mi cara. Wow, ojalá esto sea una pesadilla y yo esté durmiendo. Sinceramente, no lo creo. Las bases en el limbo”.
El presidente Luis Abinader nombró recientemente como embajadora en Brasil a la señora Patricia Selma Villegas García, esposa del ministro de Medio Ambiente, Orlando Jorge Mera.
Asimismo, designó a la dama Katherine Estela Peña Rodríguez, hermana de la vicepresidenta Raquel Peña, como cónsul de República Dominicana en Sevilla, España.
También nombró a Mónica Alburquerque Mora, hija del reconocido dirigente perremeísta Ramón Alburquerque, como cónsul general en Marsella, Francia; a Edme Elizabeth Ana Arnaud Bencosme, hermana del director del Inapa, Wellington Arnaud, como cónsul general en Toronto, Canadá; y a Raúl Raful Soriano, hijo de Tony Raful y hermana de la senadora Faride Raful, como cónsul general en Frankfurt, Alemania.
Un nombramiento que ha permanecido oculto es el de un hijo del ministro de Interior y Policía, Jesús “Chú” Vásquez, como viceministro de Relaciones Internacionales de un ministerio palaciego. El decreto no ha sido divulgado, precisamente para evitar que la gente se irrite aún más.
Gran parte de la clase media fue seducida por el actual mandatario, pero ya empieza a gritar en rechazo de ciertas medidas.-