Santo Domingo – Nos preocupa la educación, los ciudadanos dominicanos creemos en esto y nos hemos sacrificado por la misma razón. Podemos decir, es el sueño dominicano vivir en un país donde sus ciudadanos reciban educación de calidad, un sueño que sale muy caro. El país de Latinoamérica que más invierte en educación, 20 mil millones de dólares según EDUCA, pero ¿Dónde están los resultados? ¿Cuáles son los resultados esperados? ¿Se confunde educación con formación?
El presidente Luis Abinader colocó al frente a uno de sus hombres de mayor confianza: un profesor que además es político, para atender el desafío más grande de cualquier país, sin pandemia; ahora agreguele una cucharada de Covid-19. Por tanto nosotros preguntamos ¿Presidente, es el profesor Furcal el hombre de la educación?
Lo de profesor no nos preocupa, nos gusta, pero lo de político sí, porque la política militante corre con otras reglas que deberían mezclarse con pocas cosas como educación, pero además, han pasado va rias semanas y todavía no hemos podido escuchar de voz del ministro su visión sobre la educación dominicana o algún planteamiento que no haya tenido que ser contradicho.
El principal problema con la Educación Dominicana, es que se espera que el Gobierno se ocupe de todo el proceso y que además, los resultados respondan a las necesidades del sector privado y del mundo: desde el método de la educación, la aplicación del método, la formación, la comida, el transporte, la madre soltera, el profesor, la conectividad, el internet, los libros, los útiles, el uniforme y un etc… Una tarea titánica que tendría que poner a todo un gobierno solo para poder llevarla a cargo y desatender las otra.
Queremos ser optimistas y que nos hagan quedar mal. Deseamos que el profesor logre realizar las transformaciones necesarias, no será facíl, aún más porque corremos contra el reloj.