El fin de semana pasado cayeron miles de rayos durante una tormenta en California y, desde entonces, los incendios son la tónica en este estado de Estados Unidos. La zona está habituada a tener incendios, pero se están descontrolando. Seis personas han fallecido en los últimos días y 200.000 permanecen evacuadas.
Los incendios están liberando una enorme cantidad de humo al aire, se registran mientras el estado lidia con un aumento en los casos de coronavirus, lo que genera temores sobre la seguridad de los bomberos y de quienes evacuan sus hogares.
Aunque están dispersos por todo el estado, los más violentos se concentran en la zona norte, en torno al área de la bahía de San Francisco, donde en las últimas horas han fallecido cuatro de las seis personas, tres de ellas en el condado vinícola de Napa y una en el de Solano.
Al sur de San Francisco, en los condados de San Mateo y Santa Cruz, 64.600 personas fueron forzadas a evacuar sus casas la madrugada del viernes a causa del avance de las llamas, según informó el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios del estado, CalFire.
De la treintena de fuegos activos, los que en estos momentos suponen un mayor riesgo para la población son los bautizados como LNU, CZU y SCU. SCU, en una zona montañosa al este de la ciudad de San José, ha arrasado hasta el momento 93.064 hectáreas y se encuentra contenido únicamente en un 10 %.
A este le sigue LNU, en la zona vinícola de Napa, Sonoma y Solano, que se inició como 20 fuegos independientes que posteriormente se convirtieron en uno gigantesco, que ya ha quemado 88.653 hectáreas y los bomberos lo han logrado contener sólo en un 7 %.
El de CZU, en los condados de San Mateo y Santa Cruz, es el menor de los tres, pero uno de los que más preocupa, dado que se encuentra en medio de una área muy densamente poblada y los bomberos no han podido contenerlo en absoluto hasta el momento.
Estos tres fuegos, así como la mayoría de los que queman en estos momentos en el estado, se iniciaron el fin de semana a causa de una ola de calor y numerosas tormentas eléctricas en las que cayeron más de 10.800 rayos, pero apenas lluvia, y se calcula que fueron responsables de más de 360 incendios.
Vía: elmundo.es