El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) abandona este domingo el control del Poder Ejecutivo después de 20 años -no consecutivos- y tras una ruptura interna que terminó con la salida de sus filas del expresidente Leonel Fernández, el político que dirigió la organización después de que su fundador, Juan Bosch, falleciera el 1 de noviembre de 2001.
Con el empresario Gonzalo Castillo, acompañado por la abogada Margarita Cedeño, el PLD, que retuvo a Danilo Medina en la Presidencia en 2016 con el 50.22% de los sufragios, no logró articular todas sus piezas y descendió a un 32.97% de los votos (1,352,842) el 5 de julio de este año.
El resultado arroja 645,565 sufragios menos que el Partido Revolucionario Moderno (PRM), que lo superó con 15.73 puntos porcentuales, al lograr el 48.70% (1,998,407 votos).
El PRM, fundado el 9 de septiembre de 2014 a partir del cambio de nombre de la Alianza por la Democracia (ASD) y luego de la última división interna del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), asume este domingo la dirección del Poder Ejecutivo bajo las riendas del economista y empresario Luis Abinader y Raquel Peña, quien llega a la política desde el mundo de la administración de empresas.
Para dirigentes del partido morado y analistas políticos, la salida de Leonel Fernández, anunciada al país el 20 de octubre de 2019, y su promesa de sacar al “danilismo” del poder, sellaron la derrota electoral que sufrió el PLD el 5 de julio, paralizando así la “fábrica de presidentes” como el propio Fernández había definido al PLD.
Pero la fábrica mostró dificultades para renovar sus modelos lanzados al mercado y, desde su instalación, hace 46 años, solo tuvo cuatro candidatos presidenciales para 12 contiendas electorales: Juan Bosch, Leonel Fernández, Danilo Medina y Gonzalo Castillo.
Fernández denunció que fue víctima de un supuesto fraude en las primarias internas celebradas el 6 de octubre de 2019, en la que logró 885,233 votos (47.29%) frente a Castillo, el pupilo de Danilo Medina, quien obtuvo 911,923 (48.72 %).
Fernández, quien ahora encabeza La Fuerza del Pueblo (LFP), llegó a la Presidencia de la República en la segunda vuelta electoral del 30 de junio de 1996, con el 51.25% de los votos emitidos.
Favorecido por dos reformas constitucionales que lo habilitaron para mantenerse en la arena electoral, Fernández vaticinó, en febrero de 2013 y previo al último congreso del partido, que el PLD se preparaba para mantener el poder en los siguientes 20 años: “Lo haremos para fortalecer nuestras virtudes, corregir nuestros errores y crearemos una escuela política y una fábrica de presidentes, de senadores y diputados”, proclamó.
Más adelante, en enero de 2014, durante la proclamación de los 224 miembros escogidos para el Comité Central y los 30 elegidos del Comité Político, anunció su aspiración de iniciar, a partir de 2016, “el tercer ciclo de la vida política del PLD, que si lo llevamos por los años serían 20 años más al 2036, pero como lo ha sugerido el compañero Joaquín Jerónimo, debemos pensar más allá… debemos pensar en el año simbólico y emblemático el 2044 en que se celebra el bicentenario de la República”.
Pero para 2016, y desde la Presidencia, Danilo Medina promovió una reforma a la Constitución que lo habilitó para reelegirse por otro período. El mandatario, que entrega este domingo a Abinader, logró imponer sus aspiraciones tras una prolongada crisis interna que llevó a su organización a firmar, el 19 de abril de 2015, lo que la historia política dominicana conoce como el “Pacto de Juan Dolio”.
Vía: eldinero.com