Caracas (EFE).- La crisis aérea que vive Venezuela, en medio del despliegue militar de EE.UU. en el Caribe, cumple este jueves una semana y se agrava tras la decisión del Gobierno de Nicolás Maduro de revocar las concesiones de Iberia, TAP, Turkish Airlines, Avianca, Latam Colombia y Gol, una medida que ya generó reacciones de autoridades europeas.
A continuación, un repaso de los hechos que desembocaron en la decisión de Caracas:
Día 1
El 21 de noviembre, la Administración Federal de Aviación (FAA) de EE.UU. instó a «extremar la precaución» al sobrevolar Venezuela y el sur del Caribe ante lo que considera «una situación potencialmente peligrosa» en la zona.
La autoridad aérea advirtió de «un riesgo potencial para las aeronaves a todas las altitudes, incluyendo durante el sobrevuelo y las fases de llegada y salida», debido al «deterioro de la situación de seguridad y al aumento de la actividad militar en Venezuela o sus alrededores».
El aviso fue emitido cinco días después de que EE.UU. anunciara la entrada en aguas del Caribe del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande del Pentágono.
Día 2
La española Iberia informó el sábado la cancelación de sus cinco vuelos semanales a Venezuela y señaló que evaluaba la situación para determinar cuándo retomarlos. A esta decisión se sumaron la portuguesa TAP, la brasileña Gol y la colombiana Avianca, que suspendieron los viajes previstos para ese día y los siguientes.
Por otra parte, la colombiana Wingo y la venezolana Avior aseguraron que seguían operando.

La Aeronáutica Civil (Aerocivil) de Colombia dijo estar en contacto con las aerolíneas que operan en su territorio, a las que solicitó un análisis sobre el impacto del aviso de EE.UU.
Día 3
Turkish Airlines, una de las diez más grandes del mundo, canceló el domingo los vuelos previstos entre el 24 y el 28 de noviembre, según confirmó a EFE la presidenta de la Asociación de Líneas Aéreas en Venezuela (ALAV), Marisela de Loaiza.
Latam Airlines, la más grande de América Latina, también anunció la suspensión, de «manera preventiva», de los vuelos programados para ese domingo, 23 de noviembre, y el lunes desde Bogotá a Caracas.
Las locales Rutaca, Laser, Estelar y Venezolana de Aviación, con conexiones internacionales, informaron que operaban con normalidad.
Día 4
Venezuela dio el lunes un plazo de 48 horas para reanudar operaciones, bajo advertencia de cancelar los permisos a las compañías que no lo hicieran. Ese mismo día, las españolas Air Europa y Plus Ultra postergaron sus vuelos previstos para el martes entre Madrid y Caracas, mientras que Iberia informó a EFE que mantendría las cancelaciones al menos hasta el 1 de diciembre.
Enaire, gestor de la navegación aérea de España, señaló, a petición de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), que se recomienda fuertemente a los operadores españoles no realizar hasta el 1 de diciembre ningún vuelo en el espacio que abarca todo el territorio venezolano y se extiende hacia el Caribe.

La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) pidió mayor cooperación y claridad a las autoridades involucradas en la evaluación de seguridad del espacio aéreo venezolano.
Día 5
Una fuente del Ministerio de Transporte venezolano confirmó el martes a EFE que el plazo se vencería un día después, el miércoles, 26 de noviembre, a las 12.00 hora local (16.00 GMT).
Pese a la advertencia, continuaron las suspensiones y, desde el sábado hasta ese día, martes, se computaban más de una treintena de vuelos internacionales cancelados, con miles de pasajeros afectados, principalmente en España.
Estelar y Laser, que vuelan a Madrid en alianza con Iberojet y Plus Ultra, respectivamente, informaron de la imposibilidad de cumplir con sus vuelos entre Caracas y Madrid hasta el 1 de diciembre tras el aviso de la AESA.
Día 6
Casi doce horas después de vencido el plazo, Venezuela anunció la cancelación de la concesión de vuelo a Iberia, TAP, Avianca, Latam Colombia, Turkish Airlines y Gol, al acusarlas de «sumarse a las acciones de terrorismo» promovidas por EE.UU.
Poco antes del anuncio, el ministro de Interior venezolano, Diosdado Cabello, advirtió que el Gobierno del país es quien «decide quién vuela y quién no» y «se reserva el derecho de admisión».
En cambio, Wingo, Satena, Copa y Boliviana de Aviación mantienen sus operaciones.
Día 7
Este jueves, IATA pidió a Venezuela reconsiderar la revocación de permisos y recordó que estas decisiones buscan proteger a pasajeros y tripulaciones. Afirmó que las compañías mantienen su compromiso con el país e instó al Gobierno a aclarar las condiciones que llevaron a la suspensión y a trabajar juntos para garantizar la seguridad y la conectividad aérea.
Iberia dijo confiar en retomar los vuelos a Venezuela lo antes posible, en cuanto se den condiciones plenas de seguridad para los pasajeros.
Por su parte, el Gobierno de Portugal expresó su confianza en que la decisión de Venezuela de revocar la concesión de vuelo a TAP —aerolínea propiedad íntegra del Estado portugués— no sea definitiva, al considerar «desproporcionada» la medida y destacar que Lisboa mantiene gestiones diplomáticas para revertirla.
Entretanto, la Agencia de la Unión Europea para la Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) aseguró seguir de cerca la situación y añadió que está lista para tomar medidas si se requiere.
Fuente: EFE
