Santo Domingo.– Los cuatro dominicanos extraditados a Estados Unidos por su presunta participación en la llamada “estafa de los abuelos” continúan detenidos en Boston tras su primera comparecencia ante un tribunal federal, según confirmó la Fiscalía del Distrito de Massachusetts.
Los acusados —Óscar Manuel Castaños García (33), Joel José Cruz Rodríguez “Paflow” (33), Edward José Puello García (45) y Joel Francisco Mathilda León (26)— fueron entregados a las autoridades estadounidenses el 30 de septiembre y presentados ante un juez federal el 1 de octubre de 2025, donde se ordenó mantenerlos bajo custodia mientras avanza el proceso.
Un caso que había afectado a cientos de ancianos en EE.UU.
Las autoridades estadounidenses sostienen que los imputados formaban parte de una red que operaba desde un call center en República Dominicana, mediante un esquema que engañó a más de 400 adultos mayores, muchos de ellos con edades promedio de 84 años.
Según la investigación, las víctimas habrían perdido más de US$5 millones.
El método utilizado consistía en llamadas en las que un supuesto “nieto” informaba a la víctima que estaba en una emergencia legal. Luego, un segundo actor —haciéndose pasar por abogado— exigía pagos inmediatos para fianzas o costos judiciales.
Los cargos y las posibles penas
Un gran jurado federal imputó al grupo por:
- Conspiración para cometer fraude postal y electrónico
▸ Hasta 20 años de prisión, multa de hasta US$250,000 o el doble de lo defraudado. - Conspiración para lavado de dinero
▸ Hasta 20 años de prisión, multa de hasta US$500,000 o el doble del dinero blanqueado.
La Fiscalía alega que parte del dinero obtenido era depositado en cuentas de cómplices en Estados Unidos, movido en efectivo y posteriormente transferido a República Dominicana mediante intermediarios financieros.
“Los operadores utilizaban lavadores de dinero en EE.UU. y RD para mover las ganancias hacia los cabecillas”, señala el expediente.
Ligados a la red identificada como “Discovery 3.0”
En República Dominicana, esta estructura forma parte de la operación conocida como Discovery 3.0, la tercera fase de una investigación sobre grupos dedicados a fraudes internacionales mediante call centers.
Con los acusados ya bajo custodia estadounidense, el caso entra ahora en su etapa más técnica, mientras el tribunal establece la fecha de juicio. Si son hallados culpables, podrían enfrentar hasta 40 años de prisión.
