José Uribe fue sentenciado a arresto domiciliario tras colaborar con la justicia de EE. UU.
El dominicano José Uribe fue sentenciado a seis meses de arresto domiciliario y tres años de libertad supervisada por haber sobornado al exsenador estadounidense Robert “Bob” Menéndez, quien presidía el poderoso Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos.
Aunque enfrentaba cargos que podían llevarlo a cumplir hasta 95 años de cárcel, Uribe logró un acuerdo con la fiscalía tras convertirse en el testigo clave del caso. Su testimonio fue determinante para lograr las condenas de Menéndez y de su esposa, Nadine Menéndez.
Reconocimiento del juez por su cooperación
Durante la audiencia celebrada el jueves, el juez federal reconoció el “extraordinario papel” que Uribe desempeñó en el proceso judicial, al que calificó como un caso de “corrupción de primer orden”.
Gracias a su colaboración, Uribe fue el único de los acusados que no ingresó a prisión, a diferencia del exsenador y su esposa, quienes sí recibieron condenas de cárcel.
Testimonio clave para los fiscales
Uribe testificó durante varios días en el juicio y colaboró estrechamente con los fiscales del Distrito Sur de Nueva York. Según la acusación, su cooperación fue “excepcional en todos los aspectos”, proporcionando “pruebas devastadoras de la culpabilidad de Menéndez”.
En total, el dominicano se reunió en 36 ocasiones con el gobierno a lo largo de dos años, convirtiéndose en pieza esencial para lograr la caída de uno de los políticos más influyentes de Estados Unidos.
“El riesgo fue muy real”, dijo su abogado
El abogado de Uribe, Daniel J. Fetterman, destacó que su cliente asumió “un riesgo enorme” al colaborar con las autoridades.
“El riesgo no era solo teórico. Era muy real”, declaró el defensor, al recordar un episodio en el que la esposa de Uribe fue amenazada por dos hombres, como represalia por su cooperación con la fiscalía.
Un caso emblemático de corrupción política
El proceso contra Bob Menéndez fue uno de los escándalos de corrupción más sonados en Washington, al involucrar sobornos, oro, dinero en efectivo y favores políticos a cambio de influencias.
Gracias al testimonio de Uribe, el jurado encontró culpable al exsenador demócrata y a su esposa, marcando un precedente en los casos de corrupción de alto nivel en EE. UU.