Santo Domingo. – El alpinista y esquiador polaco Andrzej Bargiel logró una hazaña inédita en la historia del montañismo al convertirse en la primera persona en descender el Monte Everest en esquís sin oxígeno suplementario.
Tras un ascenso de casi 16 horas a través de la llamada “zona de la muerte”, Bargiel alcanzó la cima del Everest a 8.849 metros de altura, donde la falta de oxígeno representa un reto extremo para el cuerpo humano.
La travesía, acompañada por un dron pilotado por su hermano, le permitió sortear grietas ocultas, laderas congeladas y la peligrosa cascada de hielo del Khumbu. Desde la cumbre, emprendió un descenso continuo en esquís hasta llegar al campamento base, completando un reto que muchos consideraban imposible.
El logro no solo consolida a Bargiel como una de las figuras más destacadas del alpinismo contemporáneo, sino que también establece un hito deportivo mundial que redefine los límites de la resistencia y la técnica en alta montaña.