Santo Domingo. – El exadministrador de la Central Termoeléctrica Punta Catalina (CTPC), Jaime Aristy Escuder, criticó la auditoría presentada por la Cámara de Cuentas (CC). Calificó el informe como deficiente e irresponsable y defendió la relevancia de la planta como principal fuente de electricidad del país.
Según explicó, la CC asegura que la revisión abarcó de 2013 a 2021. Sin embargo, en el mismo documento reconoce que no recibió la información financiera del año 2021 por parte del Ministerio de Energía y Minas (MEM). Esa omisión, dijo Aristy, deja fuera un período clave en el que se cometieron errores graves en la operación de la central.
Uno de esos fallos fue la falta de carbón mineral en 2021. Esto obligó a comprar el combustible de forma directa y a precios mucho más altos. Mientras en licitación habría costado alrededor de 67 dólares por tonelada, la compra directa se realizó en promedio a 240 dólares, generando pérdidas superiores a 320 millones de dólares para el Estado.
Aristy Escuder también cuestionó la cifra de 3,276.8 millones de dólares que la Cámara de Cuentas atribuye como costo de la planta. Explicó que esa suma incluye gastos operativos, financieros, impuestos exentos, valor de terrenos y de la línea de transmisión, además de compras de carbón, seguros, transporte, asesorías y sueldos.
En su opinión, ese cálculo no refleja el costo real del activo. Para determinarlo, aseguró que debieron descontarse los ingresos obtenidos por la CTPC desde su entrada en operación en 2019. Entre febrero de 2019 y diciembre de 2020, la planta facturó 496 millones de dólares a las distribuidoras Edenorte, Edesur y Edeeste.
No obstante, la Cámara de Cuentas solo reconoció ingresos por 182.2 millones de dólares hasta abril de 2020. Dejó fuera más de 313 millones de dólares, además de un ahorro adicional de 300.2 millones que la central generó al vender electricidad por debajo del precio del mercado spot.
Con todos esos elementos, el exadministrador calcula que el costo neto de Punta Catalina asciende a 2,253.8 millones de dólares. Eso representa un promedio de 3 millones de dólares por megavatio (MW), cifra que considera competitiva frente a los costos internacionales de plantas a carbón.
En cuanto a los aspectos legales, Aristy señaló que las supuestas “no conformidades” detectadas en contrataciones ya habían sido aclaradas y documentadas durante su gestión. A su juicio, la Cámara de Cuentas no tomó en cuenta la información disponible en los archivos del MEM y de la propia CTPC.
Finalmente, aseguró que el informe de la CC carece de rigor, omite datos relevantes y transmite conclusiones con un sesgo político. Reiteró que Punta Catalina sigue siendo una obra estratégica y rentable para el sistema eléctrico nacional.