Santo Domingo. – Hoy, 14 de julio, sería un día de celebración para la familia Grullón. Alexandra María Grullón de Estrella, joven profesional y figura muy querida por su entorno, cumpliría 27 años. Sin embargo, su repentina partida en el derrumbe de la discoteca Jet Set el pasado 8 de abril ha transformado esta fecha en una jornada de honda nostalgia.
Su madre, la filántropa Melba Segura de Grullón, compartió este domingo un mensaje profundamente emotivo en memoria de su hija, con palabras de amor, gratitud y una carga poética que ha tocado a cientos de personas en redes sociales.
“Flores para ti en tu cumpleaños, mi niña”, escribió Grullón. “Lo material entre nosotras ya no tiene espacio porque tú y yo volvimos a ser una, como fuimos una vez.”
En su publicación, recordó con ternura el amor de Alexandra hacia su padre, sus hermanos, su abuela Petra, y hacia toda la familia: “Te regalo hoy mi recuerdo agradecido por cómo amaste a tu padre, por cómo lo cuidaste y también por tu dedicación amorosa hacia tus hermanos, tu abuela Petra, tíos, primos, sobrinos, todos los cuales colmaste de atención y cariño.”
También agradeció el amor que su hija le expresó “a su manera, y sobre todo en estos últimos años”, asegurando que no tiene palabras para describirlo. Como cierre, citó con profunda emoción unos versos del poeta Pedro Mir:
“Y estarán las cenizas del alma en el olvido
con un hilo de humo bailando hacia tu ausencia,
un arroyo de lágrimas al pie de una fecha
y abiertas, como un INRI, la pupila y las manos
esperando a la orilla del mar hasta que vuelvas…”
Una pérdida que marcó a una generación
Alexandra Grullón de Estrella falleció junto a su esposo, Eduardo Guarionex Estrella Cruz, apenas nueve meses después de haberse casado. Ambos estaban entre las víctimas mortales del colapso estructural ocurrido en la discoteca Jet Set, una tragedia que conmovió a todo el país.
Alexandra era gerente de proyectos en Qik Banco Digital Dominicano, desde donde canalizaba su vocación profesional con pasión, responsabilidad y compromiso. Su entorno la recuerda como “un ser luminoso, empático y discreto”.
Su legado sigue vivo en quienes la amaron, y su ausencia continúa dejando un vacío imposible de llenar.