Santo Domingo. – Raúl de Molina, reconocido presentador de televisión hispana, vivió momentos críticos tras someterse a una cirugía estética a finales de mayo. El conductor de “El gordo y la flaca” reveló en entrevista con People en Español que sufrió una hemorragia interna pocos días después de realizarse una panniculectomía, procedimiento para remover el exceso de piel y grasa abdominal.
“Me quitaron 15.4 libras de pellejo y gordura que me colgaban en la barriga. Lo hice porque no podía nadar ni hacer ejercicio”, explicó De Molina. Sin embargo, su recuperación tomó un giro inesperado cuando perdió el conocimiento en su casa en Miami. “Mi hija Mía se iba a su clase de pilates… lo último que recuerdo es despertarme y verla llamando al 911. Había perdido mucha sangre”.
Fue trasladado de urgencia al hospital, donde los médicos confirmaron una pérdida severa de sangre y lo sometieron a una cirugía de emergencia para evitar una posible sepsis, una infección potencialmente mortal.
Tras permanecer tres días hospitalizado, Raúl tuvo una recaída al abrirse una de sus heridas. El presentador atribuyó parte de las complicaciones a un medicamento antiinflamatorio recetado por un especialista del pie, sin consultar con su cirujano plástico. “Quizás no me debía de haber hecho la cirugía, pero era necesaria. Hay que asesorarse con el médico indicado”, reflexionó.
Actualmente, Raúl de Molina se encuentra en proceso de recuperación, acompañado por su esposa Millie, su hija Mía y su equipo médico, entre ellos el doctor Juan Rivera. Aunque lleva más de 20 días sin salir, espera regresar a la televisión en los próximos días. “Una vez que esté sano, volveré a mi rutina y al ejercicio”, aseguró.
Agradecido por el apoyo del público, el conductor bromeó: “Millie ha sido la mejor enfermera. Con todo lo que la molesto en televisión, ahora me cuida como nadie”.