Santo Domingo.– Gregory Adames, encargado de reservaciones y operaciones en el Jet Set Club, es uno de los testigos más importantes del caso. En su declaración al Ministerio Público, relató que días después del colapso, Maribel Espaillat lo visitó en su casa y le preguntó si había hablado con alguien sobre los problemas estructurales del local.
“Yo le dije que no. Entonces ella me dijo: ‘Eso le puede costar 20 años a Antonio’”, declaró Adames.
El Ministerio Público interpreta esta visita como un intento de presionar al testigo y de obstruir la investigación.
Gregory Adames trabajaba directamente bajo las órdenes de Antonio y Maribel Espaillat, y su testimonio describe un patrón sostenido de improvisaciones y encubrimiento ante las filtraciones del techo.
“Constantemente se realizaban cambios de plafones por filtraciones de agua, no necesariamente por problemas con el aire. Los plafones se caían”, declaró. “Para contrarrestar las filtraciones se echaban finos en el techo. A partir del año 2023 se echaron alrededor de seis o siete capas de finos”.

Detalló que los trabajos los hacían “el señor Manuel Jiménez (encargado de mantenimiento), con un señor que se llama José Luis y dos haitianos de apodo ‘Caballito’ y ‘El Grande’”.
Añadió que los materiales “los compraban en una ferretería cercana al Jet Set a nombre de Inversiones E y L” y que los reportes los hacía directamente a Antonio Espaillat.
“El Jet Set tenía en el techo las consolas de los aires, tres tinacos llenos, las casetas que tapaban los conductos de los aires que entraban al negocio. Por un hoyo en el techo, los ductos pasaban hacia adentro, y cuando llovía el agua caía por esos ductos”, indicó.
Sobre el día previo al colapso, Adames fue enfático:
“El sábado 5 de abril cayeron unos plafones. Hay un video donde se me ve recogiéndolos”.
El lunes 7 de abril, horas antes del desplome, volvió a ver los daños.
“Llamé a Antonio Espaillat. Le dije que los plafones los estaba tumbando pedazos del techo, porque yo lo vi. Eso estaba pasando desde semanas antes, pero ese día fue peor”, declaró. “Incluso tengo una conversación por WhatsApp con él donde le digo que es peligroso”.
Relató que esa misma noche, antes de que Rubby Pérez subiera a tarima, “un señor que se llama Remberto Durán iba caminando cerca de la pista y un pedazo del techo rompió un plafón y le cayó en el hombro”.
“Él fue a decirle a la señora Maribel Espaillat que tenían que suspender la fiesta. Yo ya le venía diciendo desde la tarde que se estaban cayendo partes del techo. Ella me dijo que no se podía suspender porque ella no tenía la autoridad. Eso lo decidía Antonio Espaillat”, afirmó.
Sobre el momento del colapso, dijo que Antonio hablaba con Lalo Grullón y que fue cuando se giró al bar que el techo se desplomó.
Agregó que las puertas de emergencia estaban cerradas con shutters, y que para salir “tuvieron que romperlas”.
También reveló que le pareció extraño que “la señora Maribel Espaillat dijera a Diario Libre el 14 de abril que yo estaba muerto, cuando ella había hablado varias veces conmigo después del colapso, incluso ese mismo día”.
Adames aseguró que tiene miedo por su vida “por toda la información que sabe de lo que pasaba en el Jet Set” y que entregó su celular al Ministerio Público de forma voluntaria.