Santo Domingo. – La Asociación de Industriales de la República Dominicana (AIRD) afirmó que la propuesta de reforma fiscal, sometida por el Gobierno el pasado martes al Congreso, pone en juego a todo el andamiaje productivo nacional, por lo que llamó al diálogo para crear consensos.
Luego de revisar cuidadosamente el Proyecto de Reforma Fiscal remitido a la Cámara de Diputados por el Poder Ejecutivo, la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) tiene a bien compartir su posición respecto a dicha iniciativa.
Comprendemos la intención de la reforma y entendemos la necesidad actual de incrementar las recaudaciones fiscales para hacer frente a las diversas necesidades de nuestra sociedad. Sin embargo, durante el proceso de elaboración de esta propuesta, quedó pendiente la profundización del diálogo para la creación de consensos con los sectores impactados.
De igual manera, aunque la equidad es un término que se menciona de manera reiterada en la propuesta, nos proponemos a lograr el equilibrio reflejado en la diversidad de medidas que recaen directamente sobre el sector industrial. Además, deja pendientes las necesidades agudas de los principales eslabones del encadenamiento productivo nacional que, durante los momentos retadores vividos en la pandemia, mostró su resiliencia y su importancia para asegurar la estabilidad y la seguridad alimentaria en el país. Asimismo, impacta nuestro posicionamiento como destino para la inversión extranjera.
Las medidas propuestas implican un doble y hasta un triple castigo a muchos de nuestros asociados, como es el caso de la industria de alimentos y bebidas. En adición, se incluye un golpe contundente a la industria cinematográfica y a los textiles y calzados, segmentos que generan empleos de calidad y ayudan a la diversificación de nuestra economía.
De todas las medidas, la que nos produce mayor inquietud es una nueva modificación de la Ley 392-07 sobre Competitividad e Innovación Industrial, a menos de cuatro años de su último ajuste, lo que implica un inesperado cambio de las reglas de juego para nuestro sector. Este régimen, de acuerdo a datos oficiales, ha tenido un impacto positivo no solo en el sector industrial, sino también en la economía en general, donde empresas de todos los tamaños han generado más empleos, han innovado su productividad, han incrementado sus exportaciones y, por supuesto, han pagado más impuestos.
En adición, la semana pasada se depositó de manera sorpresiva el proyecto de reforma fiscal. Este nuevo marco legal ha dejado en evidencia la necesidad de profundizar en el diálogo con los sectores productivos para evitar que estas disposiciones impacten negativamente en el futuro de nuestras empresas.
Confiamos plenamente en que en el Congreso Nacional se crearán los espacios necesarios para dialogar de manera constructiva sobre estos temas de preocupación del sector industrial, por lo cual reiteramos nuestra disposición de mantener abiertos los canales de comunicación con los interlocutores correspondientes, así como nuestra intención de colaborar en la búsqueda de soluciones en esta coyuntura.