Santo Domingo.- Francisca Lachapel mostró al mundo su segundo retoño, Franco Rafaelle, que llegó al mundo el pasado 11 de febrero, razó por la cual Francisca se tomó unos días fuera del programa de Univisión Despierta América.
En una entrevista Exclusiva para la revista Américas el nuevo integrante de la familia, de casi dos meses, ha llegado para completar la vida de la conductora dominicana junto a su esposo, Francesco Zampogna, y el ahora hermano mayor, Gennaro, quien está a punto de cumplir 3 años el próximo 7 de julio.
“Y si me preguntas cuál es mi mayor temor con mis hijos, mi mayor temor es que mis hijos crezcan desconectados de mí. Eso es lo que más temo, porque conozco hijos desconectados de sus padres que no tienen ningún tipo de comunicación y tal vez eso no es ni culpa de ese papá, le pudo dar lo que pudo darle en ese momento, porque pues uno a veces actúa dependiendo las circunstancias, con lo que se te presente en la vida”, aseguró Lachapel a la revista
Una de las cosas más resaltantes que observamos de Francisca es la sabiduría, calma y entrega desmedida con que se toma la crianza de sus dos hijos. Y es que la dinámica familiar se ha vuelto un reto mayor en casa de los Zampogna-Méndez, sobre todo al tratar balancear los tiempos de atención entre el recién nacido y apacigüar los celos naturales de Gennaro. Para ello, la ayuda de la orgullosa abuela de los pequeñines, Divina Montero, es importante, quien está siempre al pendiente de sus nietos en todo momento.
“Una mamá de varones de verdad que experimenta lo que es el amor verdadero e incondicional. Gennaro me cuida, me cela, me ama. Me gustaría darle el regalito de una niña a Francesco, pero si le toca el tercero, un varón, bueno… ahí él que se las vea, que se la averigüe él con su equipo de fútbol”, nos comenta risueña, sobre la posibilidad de tener más hijos e ir en busca de la niña.
Para Lachapel estos días con su nuevo bebé han sido de mucha adaptación, según aseguró la ex Nuestra Belleza Latina. «Han sido unos días de mucho trabajo… la verdad que tener a un niño y a un bebé en casa es un poquito complicado, pero como todas las cosas en la vida que uno inicia, todo lo nuevo al principio es un poco caótico y luego a la mitad se pone un poquito peor [risas] y luego al final es una belleza. Estamos aquí, en casa, en familia, tratando de que todo se adapte, de encontrar nuestra rutina. Franco es una bendición, ha traído tanta luz y tanta alegría, la casa cambia completamente.», indicó a la revista.
Francisca también aseguró que con Franco la experiencia es un poco distinta ya que deja que su esposo y su madre la ayuden con el bebé, algo que no sucedió con Gennaro, en el que ella quería hacer todo. «lo presto más , lo que quiero decir con eso es que se lo paso a mi mamá, se lo paso al papá. Antes con Gennaro yo quería que solo esté conmigo; pero entiendo que lo mejor »
Aunque no todo es color rosa, ya que con la llegada del segundo bebé, Gennaro se ha puseto muy celoso, por lo que Francisca y su esposo, Francesco han tenido que utilizar estrategias para proteger a su primer bebé. «Nuestra rutina está un poquito más inclinada a proteger los sentimientos de Gennaro, a que no se resienta o no lo tome a mal con el hermano, porque la verdad que se puso muy celoso, más de lo que yo esperaba, con la llegada de su hermanito».
Lachapel también agregó que: «Ahora lo que hacemos es que mi mamá me ayuda con el bebé muchísimo, que agradezco tener esa bendición, ¡que vivan las abuelas! La dinámica de la noche es que ella y yo bañamos a Franco, mi mamá se queda con Franco tipo hasta la una de la madrugada. Yo me acuesto con Gennaro para que se duerma con mamá y con papá, que es lo que él venía haciendo todo el tiempo para no romperle su rutina. Luego, me toca a mí y estoy en el horario corrido hasta las seis y pico de la mañana y vuelvo y me acuesto con Gennaro para que no sepa que su mamá se fue, sino que amanezca conmigo al lado. Luego lo preparamos y todo para que vaya a la escuela. Lo tengo que hacer de esa manera porque sino no puedo disfrutar a Franco.»