Moscú (EFE).- El líder opositor ruso, Alexéi Navalni, murió hoy de manera repentina en la prisión ártica en la que se encontraba desde diciembre pasado, según informaron los servicios penitenciarios de Rusia.
“Se le practicaron los necesarios procedimientos de reanimación, que no dieron ningún resultado. Los médicos de urgencias constataron la muerte del condenado. Se están estableciendo las causas del fallecimiento”, señala el comunicado oficial sobre el deceso de Navalni, de 47 años.
En esa misma nota se precisa que después de dar un paseo en la penitenciaría IK-3 de la localidad de Jarp (distrito autónomo Yamalo-Nénets) el político opositor “se sintió mal”, tras lo que “perdió el conocimiento”.
Los equipos médicos de urgencia acudieron de inmediato a la prisión para atender a Navalni, que cumplía casi 30 años de cárcel por diversos delitos.
Confirmado el óbito, los servicios penitenciarios anunciaron el envío de una comisión de funcionarios de prisiones y médicos de su aparato central en Moscú, para esclarecer las causas y circunstancias que rodearon el fallecimiento.
Por su parte, la portavoz de Navalni, Kira Yarmish, aseguró que su abogado viajará también hacia la cárcel.
El Kremlin dice que no tiene información sobre las causas
Minutos después de conocerse la noticia de la muerte de Navalni, el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, aseguraba que el Kremlin no tiene información sobre las causas de la muerte en prisión del líder opositor.
“Los médicos tienen que aclararlo”, dijo Peskov, citado por la agencia TASS”, después de que los servicios penitenciarios confirmaran la muerte del conocido opositor.
Según el portavoz, el Servicio Penitenciario ruso se encarga ahora de llevar a cabo las comprobaciones necesarias en estos casos, lo que no requiere emitir “instrucciones adicionales”. “Hay un conjunto de reglas por el que se guían”, dijo.
Por otra parte, Peskov confirmó que el presidente ruso, Vladímir Putin, al que Navalni acusaba de encargar su envenenamiento en 2020, fue informado sobre el fallecimiento del opositor.
El Comité de Instrucción de Rusia informó hoy de que ha iniciado una investigación, “de acuerdo con el procedimiento establecido por la ley” para establecer las circunstancias de la muerte.
Una de las prisiones más remotas de la civilización
En diciembre pasado Navalni fue trasladado desde una cárcel en la región de Vladímir, a menos de 200 kilómetros de Moscú, hasta una prisión en Jarp, en el círculo polar Ártico, cerca de la cordillera de los Urales.
Navalni, que regresó a Rusia en 2021 tras ser envenenado el año anterior, fue trasladado tras anunciar una campaña contra la reelección del presidente ruso, Vladímir Putin, en el poder desde el año 2000.
El proceso del traslado a otra prisión, conocido como “etapirovanie”, puede prolongarse durante semanas, tiempo en el que el recluso suele estar incomunicado.
Según uno de sus colaboradores en el exilio, Iván Zhdánov, la cárcel lleva el nombre de “Lobo polar” y es considerada una de las prisiones más remotas de la civilización de toda Rusia.