Por Alida Juliani | Madrid (EFE). – Las elecciones municipales y regionales de este domingo certificaron el giro hacia la derecha en España, con la victoria del conservador Partido Popular (PP) en la mayoría de ayuntamientos y gobiernos autonómicos en liza, y el fracaso de los socialistas del PSOE a pocos meses de los comicios generales.
Los resultados de estas elecciones reflejan también el ascenso de la ultraderecha de Vox y de los indepentistas de EH-Bildu en el País Vasco, así como la desaparición del panorama político de los liberales de Ciudadanos.
El PP de Alberto Núñez Feijóo ganó en las municipales tanto en el cómputo de votos, con una diferencia de 687.000 sufragios sobre el PSOE de Pedro Sánchez, como en número de concejales, al haberse asegurado 22.739 representantes, frente a los 20.160 que consiguieron los socialistas, con el 95% escrutado.
Vox duplicó su respaldo electoral, al subir del 3,5% de los votos al 7,1%; en concejales tenía 530 en 2019 y hoy logró 1.663, es decir, el triple de ediles en toda España.
EH-Bildu se llevó el 1,70% y 1.391 concejales, 129 más que en 2019, y se convirtió en la primera fuerza política más votada a nivel local en el País Vasco.
Ciudadanos fue el gran derrotado de la jornada, al quedarse con 378 representantes y perder 2.409; en voto pasó del 8,73% de sufragios a 1,35%.
El PP triunfa en las grandes ciudades y recupera el poder regional
El PP fue el partido mas votado en siete de las diez grandes ciudades españolas, entre ellas Madrid, Valencia, Zaragoza, Málaga o Sevilla, esta última un tradicional feudo socialista.
En la capital española, el actual alcalde, José Luis Martínez Almeida, alcanzó la mayoría absoluta, mientras que el independentista Junts en Barcelona adelantó en número de ediles a la actual alcaldesa, Ada Colau.
En total el PP fue el partido más votado en 28 de las 50 capitales de provincia, 17 más que en 2019, y en la mitad de ellas por mayoría absoluta.
Los populares también mantuvieron la región de Madrid, y la actual presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, consiguió la mayoría absoluta, mientras que la formación de izquierdas Unidas Podemos, que gobierna en coalición con el PSOE a nivel nacional, desapareció del parlamento autonómico.
El PP se impuso además en las comunidades de La Rioja, Cantabria, Baleares, Aragón y Valencia, aunque en estas tres últimas regiones necesitarían el apoyo de VOX para gobernar. Los socialistas perdieron también uno de sus fortines, la región de Extremadura, aunque mantuvieron Castilla La Mancha y Asturias.
Euforia en el PP y reflexión en el PSOE
La euforia era patente en la sede del Partido Popular en Madrid, donde se concentraron cientos de simpatizantes con carteles en los que celebraban el triunfo, una alegría que se extendió por la mayoría de los cuarteles regionales de los conservadores.
“España nos ha dado su confianza. Ha ganado la neutralidad frente al radicalismo, el respeto frente a las descalificaciones. Hemos dado el primer paso para un nuevo ciclo político que vamos a abrir en los próximos meses”, dijo Núñez Feijóo mientras era coreado por los allí congregados.
El cambio en España es “imparable” tras lograr una victoria con “contundencia, rotundidad y claridad”, afirmó también la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, al conocer los resultados.
“En España hay un enorme deseo de cambio y para ese cambio la alternativa se llama Partido Popular (…) el resultado de hoy es el mejor aliciente para llevar a cabo el próximo cambio” que “va a ser este mismo año a nivel nacional”, recalcó.
Mientras, la portavoz de la Ejecutiva Federal del PSOE y ministra de Educación, Pilar Alegría, admitió que su partido debe hacer una “reflexión de cara a los próximos meses” y asumió que deben “esforzarse” para lograr la “confianza” en las elecciones generales.
“Recogemos el guante, entendemos el mensaje y desde ya nos ponemos a trabajar con más intensidad”, añadió.
Elecciones regionales, sin contratiempos
La jornada electoral transcurrió sin apenas incidencias, salvo algún retraso en la apertura de algunas pocas de las 23.000 mesas de votación o problemas puntuales con las papeletas en algunas otras.
Ademas también hubo unas pocas detenciones de ciudadanos que se negaban a formar parte de las mesas electorales pese a haber sido convocados para ello, algo que es delito en España.
La votación discurrió con un refuerzo policial en algunos lugares como Melilla, ciudad española en el norte de África, donde los carteros que llevaban votos a esas mesas iban escoltados, tras detectarse en los últimos días supuestos intentos de fraude en el voto por correo, algo inusual hasta ahora en el país.
El electorado
Un total de 35,6 millones de votantes estaban llamados a las urnas en estas elecciones, en las que también se renuevan las Asambleas de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, en el norte de África, y los cabildos insulares, entidades administrativas exclusivas de las Islas Canarias.
En esta jornada electoral tenían posibilidad de votar por primera vez 1,7 millones de jóvenes de entre 18 y 23 años, el 5 % del total del censo, y 414.000 extranjeros residentes en España.
La votación se plantea como una especie de preámbulo de las elecciones generales que, si no se adelantan, deben celebrarse a final de año en España.