Santo Domingo. – El Banco Mundial aprobó hoy un préstamo de US00 millones para apoyar a la República Dominicana a mejorar la eficiencia en la prestación de servicios de protección social integrales y promover la inclusión económica.
El préstamo tiene un enfoque en los jóvenes y hogares encabezados por mujeres y para incrementar la resiliencia de la población vulnerable al responder con prontitud y de manera efectiva tras una crisis o emergencia.
«La República Dominicana ha sido una de las economías de más rápido crecimiento en la región durante la última década. Sin embargo, todavía existen importantes retos que enfrentan especialmente los jóvenes y las mujeres vulnerables, los cuales continúan experimentando inversiones en capital humano desiguales, tales como aquellas en educación y en capacitación, y una menor integración al mercado laboral, ya que un 80 % de la población entre 25 y 45 años se encuentra empleada de manera informal», explicó el Banco Mundial en nota de prensa.
Además, indican que más del 40 % de los dominicanos viven en condiciones vulnerables y están en riesgo de caer en la pobreza debido a los impactos relacionados con el clima y las crisis económicas.
El Proyecto Integrado de Protección Social, Inclusión y Resiliencia (INSPIRE, en inglés) será implementado por el programa Supérate y se enfocará en tres áreas: costos asociados con las transferencias monetarias condicionadas (TMC) bajo el programa Aliméntate para promover el capital humano, y transferencias en efectivo de emergencia (Bono de Emergencia) para incrementar la resiliencia y mejorar la seguridad alimentaria y la nutrición, los cuales son impactados por eventos extremos de cambio climático.
La inclusión económica a través de la capacitación, el aprendizaje y el emprendimiento para la juventud desfavorecida, promoviendo la participación de jóvenes y mujeres de bajos ingresos que están desempleados o trabajan informalmente para que puedan encontrar y conservar empleo y actividades de generación de ingresos.
Y por último, la asistencia técnica para mejorar la eficiencia en la prestación de servicios integrales de protección social, mediante el fortalecimiento del registro social, la focalización y el pago.