De acuerdo al expediente de solicitud de medida de coerción del Ministerio Público, a David de los Santos Correa, le dieron dos golpizas, mientras se encontraba esposado, sin la posibilidad de defenderse en la celda del destacamento de la Policía Nacional, ubicado en el sector Naco.
La primera de las palizas fue cuando llegó y vociferó algunas palabras realizando una «enorme bulla», que molestó a otros detenidos, quienes procedieron golpearlo.
Ante la situación, los policías rociaron gas pimienta en la celda, por lo que los agresores se enfurecieron más y volvieron a pegarle. Una vez se cansaron de usar los puños, lo agredieron con unos tenis durante toda la noche.
“Una nueva paliza, asestándole golpes y patadas por todo el cuerpo, sin la más mínima posibilidad de poder defenderse, ya que se encontraba esposado con los brazos hacia atrás. Al cansarse de golpearlo con los puños, tomaron unos tenis propiedad del detenido Wistel Pieer y continuaron golpeándolo durante toda la noche, hasta dejarlo tendido en el piso inconsciente”, indica el expediente.
En el documento, el MP especifica que toda esta tortura a la que sometido De los Santos fue permitida por los miembros de la Policía de puesto en el destacamento Naco.
Conocen medida de coerción
La Oficina Judicial de Servicios de Atención Permanente del Distrito Nacional conoce hoy la medida de coerción contra cuatro agentes policiales y tres civiles involucrados en la muerte del joven David de los Santos Correa.
Según el MP, los responsables de la muerte del joven son el capitán Domingo Alberto Rodríguez Rodríguez, el segundo teniente Germán García de la Cruz, el cabo Alfonso Decena Hernández y el raso San Manuel González García (o Sari Manuel González García).
También, los civiles Santiago Mateo Victoriano, Michael Pérez Ramos y Jean Carlos Martínez Peña, quienes estaban recluidos en la celda de la cárcel del destacamento policial del sector Naco, en el Distrito Nacional, en la que los agentes imputados llevaron a la víctima el pasado 27 de abril, tras arrestarlo en Ágora Mall, en donde la seguridad de la plaza comercial lo había retenido.
Fuente: Hoy