El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, aseguró este lunes que la política de seguridad de su Gobierno ha permitido que en su país se registre «la Semana Santa más segura» en la historia.
En un tuit, el mandatario presumió de los números verdes, que atribuyó a la guerra contra las pandillas y que arreció a finales del mes de marzo, después de que El Salvador registrara el fin de semana más violento de su historia.
«La Semana Santa más segura en toda la historia de El Salvador. Por cierto, asumí como presidente el 1 de junio de 2019. Seguimos», escribió Bukele, quien anunció la semana pasada que más de 12.000 personas han sido detenidas, acusadas de pertenecer a las pandillas.
Los detenidos, que son señalados como «terroristas» por el Gobierno, serían parte de las agrupaciones delictivas M-13 y Barrio 18. Las numerosas capturas, las denuncias de excesos de la fuerza pública y la cáustica retórica del mandatario han provocado la reacción de oenegés, que exigen el respeto a los derechos humanos.
«Los derechos fundamentales, incluyendo los valores democráticos no pueden estar sujetos al plebiscito, ni la voluntad popular. Se trata de establecer normas de conductas que no pueden ser afectadas por las mayorías temporales y pasajeras. No hay que confundir nunca popularidad con legitimidad», declaró el director de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, a la prensa local, en clara alusión al respaldo del que goza la política de seguridad de Bukele, a pesar de las críticas de las ONG.
La preocupación de las oenegés radica especialmente por los derechos humanos que estarían en riesgo en El Salvador, como la presunción de inocencia, ya que muchos jóvenes detenidos aseguran que son víctimas de capturas arbitrarias; así como la libertad de prensa y la libre circulación de los ciudadanos.
Bukele, por su lado, ha desestimado los llamados de atención respecto a su política, alegando que las pandillas son «el brazo armado de la oposición, las ONG y la comunidad internacional», mientras que ha reiterado su respaldo a la Policía y las Fuerzas Armadas. Sin embargo, hace unos días admitió que podría haber un «margen de error» de 1 % en las capturas.
En medio de la coyuntura, el bukelismo echa mano de su popularidad para presumir la disminución de la violencia en uno de los países más peligrosos de Centroamérica, pese al manto de duda que se cierne sobre el éxito de la estrategia, ya que algunos medios lo han atribuido a un presunto pacto con las pandillas.
El régimen de excepción, que fue decretado por la Asamblea Legislativa el 27 de marzo, tiene como objetivo frenar el «incremento desmedido» en el número de asesinatos adjudicados a las pandillas. La medida estipula la suspensión por un período de 30 días de la libertad de asociación, derecho de defensa, plazo de detención administrativa, inviolabilidad de la correspondencia y telecomunicaciones.
Fuente: RT