A la presunta red de ciberdelitos que operaba en Santiago y que fue desmantelada por las autoridades, se le incautó unos 400 mil dólares y más de 19.2 millones de pesos en efectivo, 30 vehículos de alta gama y 300 equipos electrónicos, incluyendo teléfonos móviles y computadoras.
Así lo informó en un comunicado en Ministerio Público, donde indica que los fiscales que trabajan el caso ocuparon evidencias de transacciones millonarias en dólares. También se le ocupó siete pistolas y una metralleta Uzi.
En la denominada la Operación Discovery, extendida a varias ciudades de República Dominicana, como Santiago, Santo Domingo, Puerto Plata, La Vega y también Nueva York, fueron apresadas unas 70 personas, de las cuales al menos ocho fueron identificadas por las autoridades.
En los allanamientos resultaron arrestados Sucre Rafael Rodríguez Ortiz (Darimán y/o Daria), Máximo Miguel Mena Peña, Emmanuel Castro Ozuna (Billete), Mayobanex Braulio Rafael Rodríguez Fernández, Ángel Rafael Peralta Guzmán, Genaro Antonio Hernández Caba, Pablo Miguel Balbuena (Miguel Ortiz y/o la Válvula) y David Antonio Guzmán Javier.
Asimismo, se desmantelaron más de 10 centros de llamadas (call centers) dedicados al ciberdelito, a la extorsión sexual y económica, así como al robo de identidad de ciudadanos de Estados Unidos.
El Ministerio Público resaltó que la operación, que sigue en marcha, se realiza con la cooperación de agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) y de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI), quienes también realizaron allanamientos simultáneos en la ciudad de Nueva York, Estados Unidos.
El Ministerio Público de Santiago, encabezado por el fiscal titular de esta demarcación, Osvaldo Bonilla, solicitará para los detenidos medidas de coerción ante un juez de la atención permanente.
La red
La red internacional desmantelada con la Operación Discovery tenía su centro operativo en Santiago, con alcance territorial en Puerto Plata.
Los integrantes de la red se dedicaban a cometer crímenes y delitos de alta tecnología. Todos se constituyeron en una asociación de malhechores que usurpaba funciones, y que incurrió en lavado de activos y en el porte y tenencia ilegal de armas de fuego.
Además de la extorsión sexual y el robo de identidad, los integrantes de la red realizaban llamadas telefónicas para intimidar, enviaban medicamentos utilizando “delivery” e incluso usurpaban funciones oficiales de Estados Unidos, incluyendo la de agentes del FBI.
La red utilizaba las criptomonedas y el sistema financiero nacional como medios para el movimiento de capitales en dólares y en pesos y adquirieron bienes millonarios productos de sus acciones criminales.