Shakira no podrá evitar, salvo pacto de última hora con la fiscalía, sentarse en el banquillo de los acusados por fraude fiscal. Después de tres años de investigación, el juez ha cerrado la instrucción y ha concluido que existen “indicios suficientes” para que la artista colombiana vaya a juicio por evitar el pago de 14,5 millones de euros. La fiscalía acusa a Shakira de seis delitos fiscales, lo que, en caso de condena, podría llevarla a la cárcel.
“Isabel Mebarak Ripoll [nombre real de la cantante] habría dejado de tributar en España durante los ejercicios 2012, 2013 y 2014, pese a tener obligación de hacerlo por tener aquí su residencia fiscal”, afirma el titular del juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de Esplugues de Llobregat (Barcelona), Marco Jesús Juberías, en un auto al que ha accedido EL PAÍS. La cantante ha mantenido desde el primer momento que, durante esos años, estuvo residiendo en Bahamas y que solo visitó España de forma “esporádica”. Pero esa tesis ha sido desmontada de forma reiterada por los inspectores de Hacienda, que han indagado en su vida en Barcelona junto a Gerard Piqué.
Shakira, concluye el juez, debió haber pagado 14,5 millones en concepto de IRPF e impuesto de sociedades. La cantante y los otros querellados “emplearon una serie de sociedades mercantiles” para que figurasen como titulares del patrimonio de Shakira. La cantante solo aparecía como la auténtica titular “en último término y en sociedades radicadas en territorios considerados como paraíso fiscal”, precisa la resolución judicial.
El juez da por buenos los argumentos de Hacienda y de la Fiscalía “sin perjuicio de que resulten acreditados o desvirtuados por la prueba practicada” durante el juicio. Y recuerda que en esta fase del proceso penal se trata solo de aclarar si hay indicios, no de “resolver la culpabilidad o la inocencia” de Shakira. Las posiciones de la Agencia Tributaria y de la defensa de la cantante, admite, son “diametralmente opuestas”, pero solo en la vista oral podrá decidirse quién tiene razón.
Shakira, que ha intentado evitar que llegara el juicio, pierde así el primer asalto de una batalla que ha tenido su residencia en el epicentro. La ley establece que, para que un ciudadano sea considerado residente fiscal, debe pasar al menos la mitad más un día en España. Hacienda reconoce que, por su trabajo, Shakira viajaba con mucha regularidad, pero considera esas salidas “ausencias esporádicas” porque su lugar de residencia, adonde regresaba después de trabajar, era Barcelona.
El juez ha ve indicios suficientes contra Shakira y contra quien fue su abogado y asesor fiscal. Para este último, sin embargo, la fiscalía ha solicitado el archivo al considerar que no cometió delito alguno. El magistrado ha dado traslado ahora a la Fiscalía y al resto de acusaciones (la Abogacía del Estado y la Generalitat) para que presenten sus escritos de acusación, en los que detallarán la pena a imponer a Shakira. La artista, que discute los hechos y defiende su inocencia, ha ingresado ya en Hacienda 17 millones de euros.
Fuente: El País