Tras pasar por las Antillas Menores, donde afectó viviendas, el sistema eléctrico y derribo de árboles, la República Dominicana se alista para sentir los efectos de Elsa, el primer huracán del año que se desplaza por el oeste-noroeste a 44 kilómetros por horas.
Será en la península de Barahona donde estará puesta más la atención, debido a que los vientos se sentirán con fuerza de huracán, a una velocidad de hasta 140 kilómetros por hora, y que podrían extenderse hasta 35 kilómetros al interior del país, según la Oficina Nacional de Meteorología (Onamet).
De igual manera, las olas podrían alcanzan hasta los 11 pies de altura, según relevó Gloria Ceballos, directora de la Onamet.
Desde San Pedro de Macorís hasta Pedernales, todas las provincias están en alerta roja, según el último boletín del COE. De las restantes 24 provincias, 16 están en alerta verde y siete en verde.
El Gobierno, en su reunión de ayer en el Palacio Nacional, dispuso alrededor de dos mil albergues para llegar a los desplazados; además, se ordenó al Plan Social de la Presidencia, a los Comedores Económicos y demás instituciones a estar alerta para atender a los posibles afectados.
El presidente Luis Abinader, quien ha suspendido su agenda del fin de semana, instruyó a las instituciones que conforman el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) a proteger vidas y propiedades.
En la medida que haya que dar respuestas, la Defensa Civil, los bomberos, la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas estarán listas para ejecutar, expresó Juan Manuel Méndez, director del COE.