Santiago-. Los empleados de las instituciones que integran el engranaje del sistema de justicia en Santiago comienzan a sentir temor tras la muerte por la COVID-19 de un alguacil y el contagio de otros 14 que laboran para la Fiscalía.
En total son siete los fiscales que laboran en los departamentos Contra Violencia Física, Violencia de Género y otros siete del área administrativa afectados por el coronavirus.
El alguacil que depende de la Suprema Corte de Justicia falleció la semana pasada. A esos casos se suman los 23 internos del penal Rafey Hombres que han dado positivos al COVID-19.
En el operativo de pruebas que se hizo al inicio de esta semana en la cárcel del palacio de justicia Federico Álvarez, un recluso salió afectado de 117 a los que les hicieron pruebas rápidas. La provincia de Santiago registra ocho nuevas defunciones para un total de 155 y 6,028 casos acumulados.
Fiscal
José Francisco Núñez, fiscal titular del departamento judicial de Santiago, dijo que el grupo se infectó en todo el período de la pandemia desde marzo hasta la fecha, aunque todos permanecen estables y guardan reposo en sus respectivos hogares. Ante el brote detectado en las instalaciones de la Fiscalía de Santiago, el Poder Judicial decidió prohibir el acceso a los periodistas que cubren esa fuente y continuar con los roles de audiencia de forma virtual.
Con relación a los usuarios y familiares de internos, desde hace más de un mes, aplican varias medidas preventivas contra el coronavirus.
A la entrada, colocaron un dispositivo para tomar la temperatura, un túnel sanitizante, el uso obligatorio de mascarillas y gel para las manos.
En la Unidad de Violencia de Género las labores se han reducido de forma considerable.
Cinco médicos siguen internos
De su lado, Manasés Peña, ex presidente de la regional Norte del Colegio Médico, confirmó que actualmente cinco galenos están en centros sanitarios con COVID-19. Advirtió de la posibilidad de hacinamiento y mayor contagio con el paso de la tormenta Isaías. Peña respaldó que las principales clínicas decidieran suspender las consultas ante el desbordamiento de los casos.